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María Amalia Maza de Miranda
- ARGENTINA
Cuando sepa convivir con los
fantasmas
y comprenda el lenguaje de
los gnomos
y me haga niña para ser como
ellos
y me haga abuela para
protegerlos
y quererlos porque son mis
nietos
y aceptarlos como son, sin
tregua,
seré
feliz.
Cuando ciegue los cielos sin
protesta
y coseche la luz de las
estrellas...
Cuando sepa gozar de cada una
y borre el gesto y tenga risa
nueva
y sepa descubrir intacto el
trino
colgando en cualquier rama de
la vuelta,
seré
feliz.
Cuando el azul violáceo de
los cardos
me sature los ojos, no me
agreda
y el corazón maduro de
ternura
vea un milagro de amor y se
estremezca
y un pedazo de mar beba
confiada
sin temor de la espuma o de
la arena,
seré
feliz.
Teje la vida encaje de
recuerdos,
sacude su ropaje cotidiano
y se torna infinitez de cielo
sosiego y plenitud.
Los sueños se evaden silenciosos
y me llevan asidos a su mano
a sitios donde el sol pinta el ocaso
con su brocha de luz.
Ha peinado la tarde su nostalgia
un suspiro me habita la garganta
y regreso a la tierra por mi dicha
la magia y el milagro: ¡allí estás tú!
Y fundidos
sosiego y plenitud
tu amor pinta el ocaso de mi vida
con pinceles de luz.
MARÍA AMALIA MAZA DE MIRANDA (Córdoba) rescata el rumor de nuestros propios sueños.
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