Rubén Tarragona
El Conde Drácula se pasea por la habitación
sin ventanas esperando la hora de su fin. En pocos minutos más será ejecutado:
una estaca se clavará en su corazón.
Mientras
su delgada e imponente figura se desplaza cubierta por su elegante e impecable
atuendo, su mirada penetrante pareciera
perforar a los guardias fuertemente armados que se ven a través de la puerta de
rejas. Éstos, con recelo y odio observan los movimientos del Conde: sus pasos
seguros, su capa, sus negros y lacios cabellos cuidadosamente peinados, el
brillo de sus blancos colmillos, el aroma de su delicado perfume que pareciera
envolverlo...
De
pronto, irrumpe una hermosa mujer que, casi a los gritos les dice: - ¡Son
ciegos...! ¡Cómo pueden odiarlo tanto! Sólo ven en él un vampiro... ¡Drácula no
es sólo eso! No se dan cuenta de que es un romántico... Quizás el último... Nos
ama eternamente y podemos amarlo para siempre... Es tierno, dulce, hermoso...
Vive a la luz de la luna, es un verdadero romántico... Pero ustedes sólo ven en
él a un vampiro... ¡Son ciegos!
¡Calla, muchacha tonta!- interrumpe furioso
uno de los guardias -¡Tú eres la ciega, crees que lo odiamos tanto porque es
un vampiro!
Argentino, residente en Del Viso, Buenos
Aires, autor de cuentos, poemas, obras de teatro y libros cinematográficos,
RUBÉN TARRAGONA es, decididamente un creador.
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